Carta De Una Extraña


Un día alguien me pidió algo, y no imagine que eso pudiera llegar a tanto…
Sin palabras se postro a mis pies y muy tierno poso su cabeza en mis piernas, tomo mi mano y me indico que hacer…
Accedí a su petición y empecé a acariciar su cabello claro y suave, la imagen de su rostro nunca la voy a olvidar, se apreciaba su regocijo y el placer al paso de mi mano, situación que se repitió en varias ocasiones, pero… ¿En qué momento lo mire diferente? ¡No lo sé!
Ahora una fascinación más, su forma de mirarme y de mucho disimulo para tocarme, sin despertar sospecha alguna según él, eso me encantaba.
Mientras tanto en mi mente entro la araña de la curiosidad y me preguntaba, ¿Hay algo más? ¿Puedo pasar la frontera? ¿Hasta donde puedo llegar?, fueron interrogantes que se generaban en mi mente y que buscaba responder, pero… siempre lo visualice como aquella estrella que no podría alcanzar y fue allí cuando un numero de diez dígitos se convirtió en el canal que hacia falta para abrir un espacio diferente y poder compartir sin mayor “problema y evidencia”, ¿Porqué evidencia? Porque ambos estamos comprometidos, mmm no se ¿, tal vez esta condición hizo con mas sabor los nuevos sucesos por venir.
Empecé a descubrir que a pesar de su edad es un gran interlocutor, tiene buenas ideas y grandes sueños ¡Dios mío! ¡Otra virtud, esto no puede ser aumenta aún más mi CURIOSIDAD! Me encantaba hablar con él en la mañana, tarde y noche, ups... empiezo a entrar en una zona de peligro ¡“Mi celular”! tenia que tenerlo bajo protección diaria, nadie podría darse cuenta porque podría haber grandes consecuencias para ambos. Después de un tiempo esa ya no era mi preocupación, era el querer saber más de él, escuchar su voz, esperar unos buenos días, tardes y una feliz noche, sin contar con aquellas conversaciones candentes, pausadas por nuestros trabajos, todo esto era un motivo mas para querer mirar el celular todo el tiempo.
Llego nuestro primer encuentro, según yo con este cobraría un favor, pero eso era tan solo la excusa perfecta para verle en otro escenario diferente, en este momento me embargan los nervios, angustia mejor dicho… me atolondre y … ¿Por qué esta situación tan bochornosa a mi edad? no lo sé, pero quería averiguarlo, llego la hora del encuentro, mis piernas temblaban, ¿Venía hablando con él hasta que hicimos contacto visual y … ahora qué voy a hacer? De nuevo el cuestionamiento, pero… cuando lo tuve cerca y sentí su olor particular y lo tibio de sus labios en mi cara todo quedo en blanco y solo pensé, vamos a ver que pasa. Tenia tantas cosas planeadas en mi mente, pero, fue él quien llevo el control del momento, me fascino escucharlo, comimos y llego el momento de partir.
Lo tuve muchas veces muy cerca, tuve ganas de robarle un beso, pero no me atreví, dijimos adiós después de una larga compañía y varios abrazos, pero solo pasaron unos minutos para tenerlo nuevamente de compañía en el celular. Fue una noche increíble y llena de expectativas y mas cuando ambos dijimos lo que habíamos querido hacer y no fue, ¡lleno mas de expectativas mi mente!. Que sorpresa tan grande que al llegar a casa y al quitarme la ropa ¡Su aroma estaba conmigo! y eso me excito no te voy a mentir, dormí con esa camisa para tenerlo cerca, sin despertar sospechas y mientras dormía soñaba con él.
Mensajes van, llamadas vienen y cada vez con mas picante, hasta que llego nuestro encuentro, pero esta vez la excusa fue un café ¡AH! Un gusto que compartimos. Dialogamos, nuevamente fue el quien llevo el control, ya cada uno sabia lo que el otro quería, pero algo que tenia claro era que la iniciativa no la iba a tener yo.
Llego la hora de partir, salimos y allí debajo de las estrellas paro, me miro y dijo “hace rato quería hacer esto” y me beso UFF x 2, inicialmente temí responder porque no podía creer que la fantasía de la araña de la curiosidad había empezado a generarse, y al final le respondí, no fueron uno fueron muchos en menos de una hora, cada uno igual o mejor que el anterior, en ese momento me devolví diez años y sentí esas mariposas en el estomago y esas ganas que el cuerpo de una mujer puede llegar a pedir.
Extraño, así se llamaba para mí, ahora estaba más presente en mi mente y generaba en mi necesidad que antes no tenia o que hace tiempo no me loas generaban en fin… el tiempo se pasaba pensado y hablando con él, pero lo que mas me gustaba era saber sus respuestas. Continuo una salida a cine, fue lo máximo hasta el momento y lo más excitante, entre gaseosa, crispetas y película nos besamos, aunque le permití que sus manos tibias me tocaran aún más de lo normal, yo estaba embelesada, no quería que terminara la película, jugamos, nos miramos, nos besamos, me toco, ¡jumm! Pero yo quería más.
Le confesé mis mas íntimos secretos, se rio compresiblemente y aun así deseoso, su cuerpo podía expresarlo, me propuso muchas veces hacer algo más, hasta que el “NO” de mi boca no quiso salir mas y se torno en un “SI”; claro estaba que con esto abriría una gran brecha en mi vida personal y tal vez habrían cambios en esto que estaba viviendo para bien o para mal, pero yo quería avanza<r más, acordamos un encuentro después de unos fallidos y este casi se convierte en uno inconcluso por causas de la vida o porque tal vez me estaban indicando que todo se podría perder, perro sin importarme se dio hasta el final.
Ese día no sabía que ponerme quería estar a la altura del momento, hice lo mejor que pude, llego el momento, nos encontramos aunque todo me temblaba, cuando lo tuve en mi contacto visual no sabia que pensar ni que hacer… Desayunamos, hablamos un largo rato, llego el momento de partir hacia aquel lugar donde no había limites para nuestra mente y deseo, hubo uno que otro beso, nos subimos al carro, mas perdidos que aguja en un pajar, excusa perfecta para dialogar y calmar los nervios.
Llegamos al lugar nos registramos, subimos y al cerrar la puerta los nervios me embargan y trate de disimularlo inspeccionando el cuarto, me senté en la cama y él se me acerco, empezó a besarme y … no hay líneas suficientes para contar a detalle lo que sucedió dentro de ese cuarto, hubo cosas muy especiales que me fascinaron y otros donde me quede esperando, pero eso aunque debería ser lo mas relevante para mi no lo fue, porque disfrute de otras y además lo iba a utilizar de excusa para otro encuentro similar aunque más intenso pero… ¿Qué paso?, si yo hubiera sabido que a partir de ese momento iba a cambiar por mas escusas que el me diera, yo hubiera seguido aguantando las ganas de querer su cuerpo desnudo tocándome a cambio de aquellos momentos donde hablábamos, nos mirábamos y nos besamos con gran intensidad.

¿Qué hice?, ¿Qué no hice? Para que de la nada quedáramos en Stop, yo se que para mi él era y seguirá siendo mi fantasía, pero yo no quería que aun terminara y mucho menos así, pero en fin aunque a esas preguntas le dio respuestas para mí no son lógicas, le agradezco cada uno de los momentos y minutos que me dedico, por cada beso y abrazo que me regalo, por hacerme sentir importante, siendo injusto conmigo acepte tu decisión, tan solo espero que yo en su mente halla logrado crear emociones y deseos interesantes que si alguna vez quiere repetir allí estará para él.
Porque fantasía que se respete merece que se repita y el es un motivo para que se repita, y ahora que voy a hacer, me quitaste el gusto por el café, porque verlo me acuerda al color de tus ojos, ya no mirare con gusto las estrellas como antes, pues ellas me acuerdan del brillo de tus ojos. Pero pensándolo bien esas dos cosas son lo único que me permitiría continuar contigo en silencio y ¿Por qué dejarlo?, ¡Mejor No!, voy a disfrutar al máximo de ellos, gracias por haber llegado a ser mi todo y mi nada, gracias por esos momentos favoritos de mi vida hasta el momento, TÚ MI EXTRAÑO te extrañare, pero te disfrute al máximo y con esto cierro esa puerta que decidí abrir, aunque ten presente que no le pondré seguro.
¡Adiós! No, un hasta pronto EXTRAÑO…

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